(INFRA)acciones es una investigación en proceso, que surge de
la exploración de los distintos significados del monumento en el
espacio público y del análisis de su intervención en el marco de
las manifestaciones que reclaman su condición de público. El pri-
mer fragmento de la investigación toma como caso de estudio el
monumento a los héroes en Bogotá, Colombia y tiene como obje-
tivo examinar y establecer relaciones entre las distintas interven-
ciones que se hicieron en este durante los meses de abril y mayo
de 2021. Asimismo, se busca conectar dichas intervenciones con
algunas causas del estallido social en Colombia.

El monumento a los Héroes fue planeado durante la presidencia de Laureano Gómez (1950-1951) como un homenaje a los soldados colombianos que fueron a la Guerra de Corea. Fue proyectado por el arquitecto futurista italiano Angiolo Mazzoni, quien trabajó para Mussolini y estuvo afiliado a su partido, y el escultor Ludovico Consorti, quien también comulgaba con las ideas del Partido Fascista. Ambos habían diseñado un enorme conjunto compuesto por varias piscinas, estatuas de bronce y una torre de 57 metros de altura. Gómez fue derrocado por Gustavo Rojas Pinilla, quien ordenó rediseñarlo para conmemorar a los soldados que lucharon en las batallas más importantes de la independencia de los países bolivarianos. El monumento, construido en 1962, estaba compuesto por una torre de piedra de aproximadamente 6 pisos de altura, una estatua ecuestre de Simón Bolívar, las banderas de los países bolivarianos, cuatro palmeras en los costados y una sala de exposiciones subterránea.

El monumento se encontraba situado en una posición clave para la ciudad; el cruce de la Calle 80 y la avenida Caracas con la Autopista norte. Esta zona, y sobre todo la intersección donde se encontraba el monolito, eran la puerta de entrada al norte de Bogotá; la zona asociada a las clases sociales más pudientes. Durante décadas, el separador fue bastante poco transitado por los peatones, salvo por unos cuantos colectivos que se congregaban por las noches a reivindicar su derecho al espacio público. Las manifestaciones no solían pasar de este punto, pues no se convocaban manifestaciones que fuesen hacia la zona norte de la ciudad, debido a que no se pensaba que fuesen a “incomodar” lo suficiente. En el año 2019 se convoca, por primera vez en la historia, una manifestación que marcha desde el monumento hacia el norte, esto fue en el marco del paro nacional convocado el 21 de noviembre de 2019 “21N”, mediante el cual la población civil buscaba manifestar su descontento hacia las políticas del gobierno colombiano, los crecientes asesinatos de líderes sociales y ambientales en todo el país y la enorme falla en la implementación de los acuerdos de paz firmados en 2016. A las manifestaciones de la capital se unieron personas procedentes de todos los puntos del país, causando que los días anteriores al 21 se procediera a militarizar las calles del centro. En septiembre de 2021, el monumento fue tumbado para dar paso a las obras de la primera línea del metro de Bogotá. Casualmente, la demolición se hizo el 23 de septiembre, fecha en la cuál había manifestaciones programadas en la ciudad.

El objetivo de este proyecto es analizar distintos sucesos del estallido social en Colombia, partiendo de cinco intervenciones puntuales realizadas en el monumento a Los Héroes entre noviembre de 2019 y mayo de 2020 y haciendo un ensamblaje de estas con lo que ocurría en el país en aquel momento. Se toman cinco casos de estudio como punto de partida, pensando que la investigación continuará para luego convertirse en una cartografía del Paro Nacional desde el punto de vista de los manifestantes, con el propósito de tener un repositorio y hacer de esta perspectiva parte del marco público. Se piensa en el patrimonio del espacio público como un cadáver exquisito.
El monumento se piensa como cuerpo y las intervenciones se piensan como actores dentro de la investigación. ¿Cuál es la potencia (affordancy) que tienen los graffitis como actores, más allá de ser un simple trazo en la pared? ¿Qué puede un cuerpo? ¿Qué puede un monumento como cuerpo? ¿Cuáles son sus afectos? La palabra monumento viene del latín monumentum, que comparte su raíz -mon con palabras como mens (memoria) y monere (recordar), la definición más conocida es “Obra pública y patente, en memoria de alguien o algo”.


En sus Nueve Puntos Sobre la Monumentalidad, Sigfried Giedion habla sobre la eterna necesidad que tenemos de crear símbolos en los que se reflejan nuestras acciones, que alienten nuestras convicciones sociales y religiosas y que transmitan recuerdos a las generaciones futuras, despertando un sentimiento inconsciente en la población. Sin embargo, la construcción, emplazamiento, ubicación y conservación de un monumento pueden ser leídas como muestras de poder por parte de quienes están en posiciones de autoridad. Planteo el monumento que conmemora algo que considero importante, decido dónde ponerlo y lo preservo allí porque puedo. Lo sucedido en el monumento a los Héroes fue un claro ejemplo de ello; intervenido en el marco de una ola global de reevaluación histórica de las estatuas y monumentos en espacios públicos, muchos de los cuáles fueron tumbados por manifestantes, detonando un debate sobre qué representan los monumentos, qué invisibiliza su permanencia y quiénes tienen la potestad de quitar o poner aquello que se inserta en el espacio público.